Muchas son las noticias, especialmente las malas que aparecen en la televisión y en las redes sociales sobre experiencias negativas que pasan nuestros hijos en las escuelas, en los vecindarios, o en la misma calle, personas que agreden física o psicológicamente a otros, incluyendo a personas de edades pequeñas. Y por supuesto no se puede negar que para un padre representa una gran preocupación, ¿Qué podría pasarle a mi hijo, a mi hermano menor, a mi sobrino o nieto?
Nuestra sociedad esta cambiando, en sus celulares podrían ver imágenes perturbadoras y lo más oscuro de nuestra sociedad, y pasan mucho tiempo solos, y esto se acumula cuando ambos padres trabajan y no le pueden dedicar tiempo suficiente a sus hijos, por las “importantes” ocupaciones.
Viktor Frankl un psicólogo del siglo pasado comento que las situaciones adversas no determinan la vida del individuo sino su decisión y responsabilidad sobre como va actuar; él vivió en campos de concentración en la segunda guerra mundial, murieron varias personas muy cercana incluyendo a familiares directos, y sin embargo el decidió salir adelante y hacer conferencias en el mundo sobre la libertad, y la búsqueda de sentido de vida, él la había encontrado ayudando a los demás a encontrar un propósito a su sufrimiento o existencia.
¿Podemos aprender de estas desgracias que hay en el mundo como lo hizo Viktor Frankl? La respuesta es clara, estas desgracias preocupan, pero por supuesto se puede aprender de ellas, prevenir, estos alumnos que cometieron actos tan lamentables vienen de familias muy disfuncionales, abuso de diferentes tipos y descuido de manera constante. Así que esto nos enseña: poner atención nuestros hijos, tener convivencia de calidad, jugar con ellos, saber con quienes se juntan, darles afecto, ponerles disciplina hacia reglas y límites que van a necesitar cuando salgan de casa y sean personas adultas.
No basta proveer economía o hacer la comida del día, comprar sus zapatos de marca, o darles bonitos juguetes. La niñez se acaba cuando se confía más en sus amigos que en sus padres, así que muchos todavía tenemos tiempo y otros se les acaba ¿hasta cuando empezaremos a darnos cuenta? Mejor no cuando llegue una mala noticia que caía sobre nosotros, mejor antes que eso, empecemos a trabajar, vale la pena.
Por el Psicólogo Psicoterapeuta Francisco Javier Morales Ortiz