La importancia de desarrollar habilidades emocionales en niños y adolescentes
Sin duda ha sido un año donde nuestros niños y adolescentes han vivido el estrago en el aspecto socioemocional de esta pandemia con el confinamiento, dónde actualmente se busca responder a las necesidades sociales y afectivas no atendidas en ellos durante este tiempo, para ello, es importante que se trabaje a través de la educación emocional, la cual se considera necesaria para un desarrollo emocionalmente saludable; fortaleciendo vínculos afectivos y estados mentales sanos, que permitan enfrentar un mundo más complejo con mejores oportunidades de obtener un bienestar general.
Colegio Excélsior en alianza con UNOi han implementado un programa para el desarrollo de habilidades emocionales donde favorece la conciencia de las emociones, si bien, podemos recalcar que las emociones influyen en gran medida en la conducta y favorece la predisposición en el actuar de una determinada forma ante diversos acontecimientos, podemos identificar que los alumnos logran enfrentarse a la vida de una manera más eficaz que otros, a través del reconocimiento, la comprensión y la gestión correcta.
La escuela importante en la socialización de niños y jóvenes
La escuela funge un papel sumamente importante en la socialización de niños y jóvenes, en la capacidad de socializar y relacionarse con otros niños o adolescentes, de sentirse parte de un grupo, de introyectar las normas, integrarse y resolver conflictos en un ambiente alegre, que brinde la mayor seguridad posible, así como el aprender a comunicarse, y si este proceso es sano, los niños y adolescentes adquirirán habilidades para relacionarse, para comunicarse, sabrán escuchar activamente, interpretar gestos o expresiones faciales, interpretar la comunicación no verbal y también desarrollarán aptitudes para colaborar, cooperar y compartir, además de experimentar, identificar y reconocer diversas emociones.
Sin duda, las emociones nos permite tener la conciencia de estar vivos, son grandes oportunidades de crecer y si enseñamos a los niños y adolescentes a identificar o reconocerlas, esto permitirá aprender lo importante que son, enfatizando que no hay emociones buenas ni malas, simplemente son emociones y hay que permitirse sentirlas, ya que la sociedad se ha empeñado a estigmatizar el rechazo de vivirlas o clasificarlas como negativas y positivas, provocando una represión de las mismas, por lo tanto, una manifestación actitudinal y conductual que a largo plazo trae consigo consecuencias en el desarrollo socioemocional del niño y adolescente.
Las emociones no siempre son evidentes
El desarrollo de las habilidades emocionales tiene como objetivo entender las emociones básicas y saber utilizarlas en la vida personal, aprender a sentirlas sin barreras que impidan gestionar internamente, lo cual implica la capacidad de reconocer la emoción, este es el primer paso, ya que las emociones no siempre son evidentes y para ello es importante guiar a nuestros niños y adolescentes a estar atentos y que aprendan a escuchar cómo la emoción se expresa en distintos planos; en lo físico, en lo emocional y en lo cognitivo. Hay tres preguntas que deben aprender a plantearse: ¿Qué sensación me produce la emoción? (plano físico), ¿Qué emociones me produce? (plano emocional), y ¿Qué me hace pensar el sentir lo que siento? (plano cognitivo).
Hay muchos tipos de emociones: la sorpresa, la venganza, el desprecio, la nostalgia, los celos, la desesperación, el alivio, el tedio; la lista puede ser interminable, pero es importante que los niños y adolescentes se centren en cuatro emociones básicas: la alegría que nos brinda una sensación de goce y plenitud, la tristeza una sensación de decaimiento, desgano y vacío, la rabia brinda una sensación de frustración por algo que percibimos que es un obstáculo, y el miedo da una sensación de angustia ante el peligro, ya sea real o imaginario.
Una vez que se reconoció la emoción el siguiente paso es la expresión, lo ideal sería expresarla en el justo momento en que se sienten, sin quedarse con nada, se trata de aceptar las emociones que se experimentan sin engancharnos en ellas, para ello, hay diversas técnicas o ejercicios que favorecen la expresión de las mismas y esto justamente se integra en la Educación Emocional.
Tras la exploración de la emoción es momento de descubrir que lección tenia encubierta la vivencia de la emoción, solo de esta manera, extrayendo un aprendizaje se puede sentir completa paz y despedirse de dicha emoción.
El desarrollo de las habilidades emocionales es el paso al autoconocimiento
Es así, que el desarrollo de las habilidades emocionales es el paso al autoconocimiento, la autorregulación, la empatía, la conducta pro social, la autoestima en nuestros niños y adolescentes, donde trabajarlo en estos momentos de caos traerá calma en la reintegración de actividades escolares y sociales, además de permitir llenarse de experiencias que permitirá un crecimiento y bienestar integral en ellos.