En la actualidad los padres de familia se enfrentan a nuevas formas de educación y acercamiento hacia sus hijos.
La Crianza Positiva como nuevo modelo de enseñanza para padres, madres y cuidadores de los niños, niñas y adolescentes, se ha convertido en una guía de prácticas de cuidado para promover el desarrollo, bienestar y crecimiento saludable, que se enfoca en el buen trato y el respeto de los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes.
A partir de las siguientes definiciones se identifica la raíz del tema; el cual refuerza el cuidado y protección de los mismos:
-Crianza:quederiva de criare que significa nutrir y alimentar al niño, orientar, instruir y dirigir (Real Academia Española 2001).
-Positivo:queproduce algún beneficio o resulta favorable.
De aquí la importancia de conocer algunas pautas a seguir para promover la afectividad y conexión saludable:
- Comunicación. No sólo es hablar sino compartir ideas, experiencias y sentimientos. Los niños y adolescentes necesitan de nuestro tiempo y voluntad, el diálogo reforzará los vínculos desarrollando la empatía.
Dedica tiempo diario al juego y la charla con los niños y adolescentes.
- Límites. Pregúntale cómo está y qué es lo que pasó. La puesta de límites es fundamental para la crianza, ayuda a controlar los impulsos, postergar recompensas y respetar los derechos de los demás.
Antes de corregir, siempre conectar emocionalmente: hacer una pausa para que el niño y adolescente, entienda que comprendemos su emoción y cómo se siente.
- Disciplina. Enséñale otra forma de manifestar su enojo. Todos tenemos derecho a enojarnos, ponte en su lugar, pregúntale qué siente o qué le pasa. Cuando se corrija, cuestiona siempre la conducta y no su persona o sus sentimientos. Enséñales a ajustarse a las reglas, esto les ayudará a adaptarse y adquirir seguridad.
Dile “Lo que hiciste está mal” en vez de “eres malo”; o dile “No me gusta cuando haces esto” en vez de “me avergüenzo de ti”.
- Paciencia. El error es siempre una posibilidad de aprender y reparar. Evita siempre las expresiones de culpabilidad y de hacerlos sentir mal. Ayúdale a verbalizar lo que siente y trata de confortarle sin añadir más tensión a la situación.
Evita siempre mensajes como “torpe/bruto, siempre rompes todo” así como poner sanciones poco realistas.
- Las normas son las garantías para la protección de los niños y estas deben funcionar si todos cumplimos. Los niños, niñas y adolescentes, necesitan normas para poder sentirse seguros y explorar libremente.
Necesitan saber qué cosas se pueden y qué no para ser más autónomos. Los límites no son controles rígidos.
- Afecto. Se debe expresar siempre el cariño con palabras y gestos, ofreciendo el incondicional y apoyo, fomentando un vínculo de confianza. La violencia no resuelve nunca el problema, sólo genera más violencia.
Ningún comportamiento ni excusa justifica pegar, dar cachetadas o tirones de pelos.
La Crianza Positiva conlleva el reto de ser constantes. Poner en práctica estas pautas permite la construcción de vínculos positivos a nivel familiar; generan un ambiente de felicidad, amor y comprensión a través de conductas de disciplinas no violentas y saludables.
“Que cada niño, niña y adolescente, tengan la oportunidad de ser escuchados”.
Lic. Fabiola González Aguilar, Psicóloga Clínica.
Lic. Mónica Gutiérrez Medina, Psicóloga Educativa.
“Entrenamiento Psicológico Integral”